lunes, 4 de enero de 2010

OTRA OPINIÓN En mi hambre mando yo por Fernando de los Ríos

...el porqué social de esta serie de medidas: es que es necesario aún en Andalucía, Extremadura, Castilla la Nueva, mantener vivo el aforismo medieval: " Quien tiene la tierra tiene al hombre", y para poder tener al hombre, no obstante el regimen de libertad política, se necesita un instrumento de intimidación y de terror, y a esta pobre gente, que yo os he de decir cómo vive, se la ponía el cerco y se la presentaba la disyuntiva: o tu conciencia como ciudadano o tu miseria como jornalero, porque no te daré trabajo (APLAUSOS).
Esta es la razón potente de que se montara este instrumento de intimidación, y aún asi la rebeldía heroica de los miserables es cada día mayor. Las colinas de harapientos de Granada, la colina del Albayzin y en donde está lo que se llama el Barranco del Abogado, recordando la actitud que había tomado uno de ellos el año 31 y que lo enunciaba con estas palabras tan dramáticas como humanas: "En mi hambre mando yo"; al recordar este ansia de regir soberanamente en su hambre, esas colinas de miseria, digo, han votado por la candidatura de izquierdas, y a pesar, señor Rubio, de que, como dice S.S. y es verdad Granada -Granada capital, no la Granada provinciana jornalera- es una ciudad con matiz de derecha, y a pesar de ello, esa rebeldía heroica de los miserables nos dio 7.500 votos de mayoría en la ciudad, y esa mayoría habría sido proporcionalmente la misma en toda la provincia si se la hubiera respetado. ¡Si viera S.S. cómo acudían en los pueblos -esos pueblos harapientos, esos pueblos miserables- cómo acudían a escuchar, con qué fe nos oían y con qué limpieza abrían su alma a la posibilidad de que, mediante un régimen legal, se pudiera modificar la situación de vida en que se hallaban!.
Y ¿sabéis cuál es esa situación de vida, señores del Norte? Los del Sur lo conocéis. Pues esa situación de vida es algo desconocido en la propia historia política de Granada, algo desconocido en la propia historia económica de Granada, porque se ha llegado a eliminar el salario en dinero y se da un jornal en especie, en infinidad de pueblos. En la zona de Moreda, dándoles un celemín de trigo, a precio de tasa, y luego comprándoselo al precio del mercado. ¡Un celemín de trigo! . En la zona de Zújar, en Zújar, dándoselo en patatas y un poco de aceite. ¡Es ese un salario! Subís a Puebla de Don Fadrique, el jornal de escarda se le da a la mujer, y se paga a 90 céntimos; si llegáis a la zona de los montes, en Iznalloz, el salario es de seis reales a los gañanes; si bajáis a la fecunda vega de Granada, a Santa Fé, en febrero estaban las mujeres cogiendo la aceituna a destajo, y el salario no rebasaba los 75 por 100 respecto de las bases de trabajo que en los años 1.932 y 1.933 hiciera nuestro compañero el señor Largo Caballero y lograra efectividad.

¿Comprendéis ahora lo que representa para estas pobres gentes que se les diga "votad a España", y que el voto en que así se simboliza a España represente su esclavización como ciudadanos y su miseria como personas? (GRANDES APLAUSOS).

Señores diputados, España es nuestra España, la de todos: algunos, por nuestros años, llevamos ya mucho soñando con una España justa, culta y rica; pero con una justicia que abarque a todos, con una cultura que no tenga peso muerto, con una riqueza que igualmente tome para su difusión un criterio de humanidad; pero en nuestra Granada y en la mayor parte de Andalucía la lucha política está entablada en torno a la batalla consistente en asediar al infeliz y someterle por el hambre para hacer inútiles sus derechos de ciudadanía ¡Y eso, no; eso no!.Que no se invoque ni la religión, a la cual no se la sirve, sino que se la compromete; que no se invoque a España ( ...) a la cual se ofende poniendo bajo la advocación de su gran nombre una realidad social de tal naturaleza miserable.

DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE DIPUTADOS, Sesión 31 de marzo de 1936,pp. 101-103

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