sábado, 27 de febrero de 2010

OTRO HUMOR Jubilación a los 67 años (por J. R. Mora)

El gobierno quiere subir la edad mínima para la prejubilación de los 52 a los 58 años y estirar la jubilación de los 65 hasta los 67 años.

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martes, 23 de febrero de 2010

OTRO TRABAJO Aumentar la edad de jubilación es bajar las pensiones


El Gobierno cuestiona la viabilidad de las pensiones mientras anuncia un recorte del gasto público de 50.000 millones sólo unos meses después de aprobar los presupuestos para 2010.

Primero, el Gobierno filtró el Documento sobre Revisión del Pacto de Toledo, después, anunció que se retiraban las medidas más controvertidas de la propuesta que se iba a enviar a Bruselas y, más tarde, María Teresa Fernández de la Vega aclaraba que la propuesta pasará por los cauces del Diálogo Social. Finalmente el ministro de Trabajo, el encargado de encender las alarmas sobre el sistema de pensiones públicas, dudó en el Congreso de que el Gobierno vaya a poner “sobre el papel” una medida que ha llevado a CC OO y UGT a convocar una movilización estatal el 23 de febrero.

Esto traslada el debate al Pacto de Toledo, suscrito en 1995 y “constituido por el acuerdo entre las fuerzas políticas y los interlocutores sociales”, como significa el Ministerio de Trabajo en un informe sobre el desarrollo de este pacto. La posibilidad de aumentar la edad para la jubilación de 65 a 67 años y el aumento del periodo de tiempo con el que se calculan las pensiones, son los aspectos más destacados de una propuesta que es “singularmente antisocial”, en palabras de Isabel Otxoa y Mikel de la Fuente, profesores de derecho del trabajo de la Universidad del País Vasco.

José Luis Carretero, miembro del Instituto de Ciencias Económicas y de la Autogestión (ICEA) considera que la mediación de los representantes del Pacto de Toledo puede hacer, en efecto, que se limiten algunas de estas medidas “pues hay representantes que por razones ideológicas (como algún sindicato o partido) o por razones oportunistas (PP) pueden impedir o, al menos, obstaculizar la ampliación de la edad de jubilación”. Para Daniel Albarracín, del grupo de estudios de Comisiones Obreras, lo que evidencia esta propuesta, que ha sido aplaudida por organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), son “las presiones del sistema financiero y de seguros para aumentar en la previsión social el peso de los planes de pensiones privados; para conformar un sistema mixto”. El hecho de que el PSOE haya puesto en duda el sistema obedece, para José Luis Carretero a que la idea de que “metiendo miedo a la población” se está avanzando en la “línea de fomentar los planes de pensiones que venden bancos y organizaciones financieras”.

- Asalto neoliberal.

Entre los organismos que patrocinan eso que el abogado Raúl Maíllo califica como un “asalto neoliberal a las pensiones”, la OCDE juega un papel protagonista. En 1990 esta organización diagnosticó que los países industrializados no podrán pagar sus pensiones en el futuro como consecuencia del envejecimiento de sus poblaciones. Como recoge la economista Miren Etxezarreta en el libro Qué pensiones, qué futuro, el impulso a la privatización aumentó a partir de 1994 de la mano de un informe del Banco Mundial, “que constituyó la justificación y el pistoletazo de salida para que muchos países ricos desarrollaran los sistemas de privados de pensiones”.


En el caso del Estado español, el principal argumento que emplean representantes del sistema financiero como Rodrigo Rato, ex director general del FMI, para fomentar este sistema mixto y la progresiva deriva del sistema de pensiones de capitalización (en el que el dinero para pensiones se invierte en fondos financieros), es el envejecimiento de la población. A este discurso se oponen Otxoa y de la Fuente: “El aumento de la esperanza de vida no se debe tanto a la duración de vida de las personas mayores como a la erradicación de la mortalidad infantil”.
Como recuerdan Otxoa y De la Fuente, según el documento del Gobierno, entre 2009 y 2040, la esperanza de vida a los 65 años sólo aumentará en 2,5 años. Según el documento presentado por el Gobierno, el incremento del gasto en pensiones subirá por encima del 15,1% del Producto Interior Bruto en 2060, una subida que, para estos profesores no pone en riesgo el sistema público de pensiones, “quienes insisten en el carácter insostenible de ese aumento, obvian que en el pasado los aumentos han sido superiores a los que hoy se prevén sin que se haya producido ninguna catástrofe económica por esa causa”. Además, recuerdan, el Fondo de Reserva del sistema de pensiones públicas ha arrojado un importante superávit en el periodo pre crisis y seguirá produciéndolo hasta después de 2020: “Sólo cuando los ingresos por cotizaciones sean insuficientes para hacer frente al aumento de gasto en pensiones, lo que no ocurrirá antes de 2023, será el momento de aumentar progresivamente los tipos de cotización para hacer frente a este gasto”.

- El recorte, tapado.

Y mientras el debate sobre la viabilidad de las pensiones ocupa buena parte del debate público, el recorte del gasto público que la Ministra de Economía llevó a la City de Londres no ha tenido tanta repercusión. Un ajuste de 50.000 millones de euros para los próximos cinco años, que modifica el presupuesto previsto y aprobado a finales de 2009. Para el economista Julio Rodríguez este recorte apunta hacia el deseo del Gobierno de dar una imagen de “rigor presupuestario” ante los mercados de deuda. Como indica Carretero, esto se plasma ya en la subfinanciación de las universidades públicas y amenaza “la financiación de todo el salario social, es decir, las prestaciones y servicio social”.

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domingo, 21 de febrero de 2010

OTRA CULTURA Irina Bokova inaugura el Año Internacional del Acercamiento de las Culturas en la UNESCO


La Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, inauguró el Año Internacional de Acercamiento de las Culturas presentando a los miembros de un Panel de alto nivel sobre la paz y el diálogo entre las culturas: “Este día marca el inicio de un viaje intelectual en el transcurso del cual vamos a reflexionar sobre los modos de buscar nuevas perspectivas apra la paz en el siglo XXI”, declaró.

Reunido por primera vez en París, este Panel internacional está compuesto por personalidades eminentes de la esfera política, intelectual y religiosa*. Sus miembros han sido invitados a reflexionar y pensar en una manera de edificar una paz fundada en la justicia, el respeto de los derechos humanos, la igualdad entre los sexos y la solidaridad en un contexto de mundialización en el que el cambio climático, la gestión de recursos y los desafíos éticos y económicos son otros tantos desafios a los que hay que dar respuesta utilizando el diálogo como fuerza movilizadora.

La misión de este Panel es hacer oír el mensaje de paz de la UNESCO en el mundo, a través de la educación, las ciencias, la cultura y la comunicación e información. Se reunirá una o dos veces por año y su composición podrá ampliarse en función de los temas de discusión que aborde en cada ocasión. Sus miembros han sido elegidos por su trayectoria excepcional y han aceptado aportar su contribución de manera gratuita.
En un contexto de mundialización, que es también un contexto de migraciones, los desafíos paralelos de preservar las identidades culturales y promover el diálogo intercultural revisten una importancia y una urgencia nuevas. La educación es la clave del éxito, en particular para las niñas, y es también la clave para aprender a convivir. Además, la noción de paz ha evolucionado mucho desde la creación de la UNESCO y en particular en los dos últimos decenios, y ahora hay en ella una mayor implicación de las mujeres y los jóvenes.

La conferencia sobre el diálogo intercultural celebrada el 18 de febrero, principal acto de la jornada, fue inaugurada por Irina Bokova con la participación de los miembros del Panel. En ella se trataron temas tales como “El poder de la diversidad cultural y el diálogo” y “Construir la paz – el lugar de los valores compartidos en la era de la mundialización”.

El objetivo de este Año Internacional es “contribuir a que se disipen las amalgamas generadas por la ignorancia, los prejuicios y las exclusiones, que son fuente de tensiones, inseguridad, violencia y conflictos”, subrayó Irina Bokova. “El intercambio y el diálogo entre las culturas son los mejores instrumentos para construir la paz”. Según la Directora General de la UNESCO, las acciones prioritarias tienen que ver sobre todo con el refuerzo de la educación de calidad, lo que implica la enseñanza de las grandes culturas y civilizaciones extranjeras. Además, el Año Internacional dará lugar a actos culturales en numerosos países. Así, sentará las bases de un diálogo intercultural nuevo cuya ambición es propiciar la construcción de un marco común de valores.

La UNESCO, designada organismo coordinador de este Año por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas, ambiciona federar tanto a los Estados como a los miembros de la sociedad civil en torno a este proyecto, para promover así proyectos originales y positivos apoyándose en el sistema de Naciones Unidas y los programas ya existentes de la UNESCO en la materia, en particular de aquellos dedicados a los jóvenes.

*Miembros del Panel de alto nivel sobre la paz y el diálogo entre las culturas presentes en la reunión del 18 de febrero:

Kjell Magne Bondevik (Noruega), ex Primer ministro noruego y fundador y presidente del Centro para la Paz y los Derechos Humanos de Oslo - Lydia Cacho (México), periodista, galardonada con el Premio Mundial de Libertad de Prensa de la UNESCO en 2008 - Mustafa Ceric (Bosnia y Herzegovina), Gran Mufti - May Chidiac (Líbano), periodista, galardonada con el Premio Mundial de Libertad de Prensa de la UNESCO en 2006 - Souleymane Cissé (Mali), cineasta - Esther Coopersmith (Estados Unidos), Premio de paz de las Naciones Unidas (1984) y Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO para el diálogo intercultural (2009) - Vigdís Finnbogadóttir (Islandia), ex Presidenta de Islandia y Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO (1998) – Monseñor Francesco Follo, en nombre de Monseñor Gianfranco Ravasi (Vaticano), Presidente del Consejo Pontifical para la Cultura - Mohamed Ibrahim (Sudán), fundador y presidente de la Fundación Mo Ibrahim - Attiyah Inayatullah (Pakistán), Miembro de la Asamblea Nacional de Pakistán y ex ministra para el desarrollo social de las mujeres de Pakistán - Marc Ladreit de Lacharrière (Francia), Presidente de la Fundación Cultura & Diversidad, Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO (2009) – Monseñor Laurent Monsengwo Pasinya (República Democrática del Congo), Arzobispo de Kinshasa - Ilber Ortayli (Turquía), Presidente del Museo del Palacio Topkapi - Tavivat Puntarigvavat (Tailandia), Director del Instituto de Investigación y Desarrollo de la Universidad Mundial del Budismo - Hegumen Philip Riabykh (Federación de Rusia), Vicepresidente del departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú - Yazid Sabeg (Francia), Comisario de diversidad e igualdad de oportunidades; Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO (2010) - Wole Soyinka (Nigeria), escritor y Premio Nobel de Literatura (1986) - Simone Veil (Francia), ex presidenta del Parlamento Europeo, presidenta de la Fundación para la memoria de la Shoah.

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viernes, 19 de febrero de 2010

OTRA GLOBALIZACIÓN El origen de todos los males: ¿la televisión?

El 2 de junio de 1999 el pequeño Reino de Bután, la Tierra del Dragón de Truenos, incorporó la televisión a su cultura. Éste fue el último país del mundo en hacerlo y sus consecuencias no se hicieron esperar.

Bután, localizado en el Himalaya y rodeado por India y China, ha mantenido una política de aislamiento durante décadas, permaneciendo, por lo tanto, atrasado en el tiempo en cuanto a términos tecnológicos y hasta históricos, al no hallarse su población informada sobre los acontecimientos del resto del globo y sus culturas. Así, Bután no poseía hospitales ni escuelas públicas hasta la década del ’50 y no entabló relaciones diplomáticas con otros países hasta principios de los ´60, gracias al nuevo rey Jigme Dorji Wangchuck, quien impulsó un proceso de modernización y democratización que lo llevó a acabar con el sistema feudal predominante en Bután, así como a incorporar nuevas tecnologías. Sin embargo, la entrada de la televisión al país quedaría en manos de su hijo, el rey Jigme Singye Wangchuck, quien lo anunciaría el 2 de junio de 1999, junto con el pasaje de una monarquía absoluta a una parlamentaria.
La decisión del Rey Dragón no se debió a una búsqueda de mayores ingresos y nuevos mercados, ni a un intento de ganarse el afecto de su pueblo, sino a la búsqueda de la felicidad de los butaneses. El propio rey Jigme Singye Wangchuck fue quien acuñó el término de Felicidad Interna Bruta, que consideraba mucho más apropiado para la medición del valor de lo producido por Bután y sus habitantes, altamente religiosos y espirituales. Por esto mismo se decidió enviar delegaciones al exterior para que averiguasen si existía alguna forma de medir la felicidad y así poder brindársela a sus súbditos. Desafortunadamente esta investigación no resultó demasiado fructífera, pero el pueblo butanés encontró por sí mismo qué era lo que lo hacía feliz.

En 1998, con el auge de la Copa Mundial de Fútbol en Francia, los butaneses se encontraban descontentos al no poder verlo ellos también, por lo que el rey permitió, como excepción, montar una pantalla en el estadio Changlimithang, en la capital butanesa, para que se transmitiese la final entre Francia y Brasil, sentando así el precedente para el levantamiento de la prohibición sobre la televisión menos de un año después. Sin embargo, este cambio tan radical traería enormes consecuencias que no siempre aportarían a esa felicidad buscada.

El temor que inspiraba la televisión tenía su origen en la creencia de que la entrada de la cultura occidental podía afectar drásticamente a esta sociedad con valores y estilos de vida tan distintos de los de los países europeos y americanos. Con el fin de preservar al pueblo de este fenómeno se decidió crear en primer lugar el Servicio de Difusión de Bután (BBS, por sus siglas en inglés), el cual se dedicaría a transmitir noticias y documentales del propio país y serviría como transición antes de incorporar los canales extranjeros. Pero esto sólo pudo posponerse unos pocos meses y pronto todo el que pudiese pagar los, aproximadamente, 5 dólares mensuales que se exigían podía acceder a los 46 canales que la nueva empresa de cable, Sigma, y sus 5 antenas satelitales brindaban.
Rápidamente la nueva novedad que presentaba la televisión para estas personas que durante tanto tiempo se habían encontrado alejados del exterior implicó un cambio en su forma de ser y sus costumbres. Las rutinas de la mayoría de aquellos que ahora accedían a la TV se moldeaban alrededor de ella. Los horarios de sueño se modificaron para poder ver sus programas favoritos, la disposición de los asientos en la mesa familiar se ajustó para que se enfrentasen a las pantallas, la televisión se convirtió en un nuevo miembro durante las comidas. Incluso se dio el caso de una cosecha entera que se vio arruinada porque sus encargados no podían apartarse del aparato.

Pero los cambios no terminaron allí. Bután, con tan sólo 700.000 habitantes, en donde la violencia era prácticamente nula, se vio azotado por una serie de crímenes sin precedentes que siguió escalando a lo largo de los años. El 5 abril del 2002, tres años después de levantada la prohibición, se dio el primer caso de robo por parte de un empleado público, el contador Parop Tshering. El 13 de abril de ese mismo año la policía buscaba a un grupo de delincuentes que había vandalizado y robado unas estatuas sagradas, en uno de los países más fieles a su religión, el Budismo. Tres días después un hombre mató a su esposa a mazazos cuando ésta descubrió que era adicto a la heroína, cuando anteriormente no había casos de un vicio mayor que pasarse un poco con el vino de arroz. Y el 28 de ese mismo mes un granjero borracho manejó su auto, con su familia adentro, hacia un desfiladero en un ataque de ira, matando a su sobrina en el proceso. Y esto no es todo, en los primeros años desde la aparición de la televisión se han dado casos de apuñalamientos en festivales públicos, alcoholismo, pandillas, robos e incluso un chico que, colocándose una bandana en la cabeza, comenzó a disparar desde el techo de un bar. Además aumentó considerablemente el consumo de drogas, en especial de marihuana, la cual crece naturalmente en Bután, pero antes de la televisión sólo era usada para alimentar a los cerdos en las granjas, sin que su uso por parte de los humanos fuese considerado como una opción, ya que era opuesto a su propia cultura.

Por otra parte, el ingreso de los canales extranjeros trajo otros problemas de carácter psicológico al pueblo butanés. Esto se ve reflejado con mayor fuerza en los más jóvenes, que se encuentran más expuestos a esta nueva cultura, sobre todo porque no poseen la experiencia de la vida butanesa pre-televisiva del mismo modo que las generaciones anteriores. Así, los profesores de las escuelas mostraban su preocupación al enterarse de que, por primera vez, los chicos sentían envidia o estrés, lo que en última instancia los llevaba a robar o incluso llegar a la prostitución para conseguir lo que la televisión les decía que debían consumir para alcanzar los estándares occidentales que ahora entraban en sus vidas. De este modo, por ejemplo, muchos comenzaron a reemplazar los tradicionales gho (batas hasta las rodillas, obligatorios en el ámbito público por ley), por jeans y remeras. Según un estudio no oficial, en los primeros años de la aparición de la televisión, un tercio de las jóvenes butanesas desearía verse “más estadounidense” (piel más blanca, pelo rubio) y, en una proporción similar, también se han modificado los hábitos amorosos. En vez de esposos se buscan novios y en lugar de matrimonio sólo sexo. Además, un 50% de los chicos reveló que pasa alrededor de 12 hs sentado delante de la pantalla, lo cual genera grandes problemas de sedentarismo en una sociedad que pocos años atrás no conocía ni los automóviles. Hay que tener en cuenta, además, que se trata de un país en el que aproximadamente el 50% de la población tiene menos de 21 años.

Por su parte, el gobierno butanés hace lo que puede para regular todos estos nuevos conflictos. Sin embargo, su problema comienza con una falta de previsión del impacto que podía generar este cambio. Por más que el rey Jigme Singye Wangchuck le advirtió a su pueblo “no todo lo que verán será bueno” no se lograron tomar medidas para ayudar a las personas a discernir entre el mundo real y el cable, lo que creó, por ejemplo, una oleada de violencia infantil debido a que los chicos intentaban imitar a sus nuevos ídolos de la Federación Mundial de Lucha Libre. Tampoco se creó una ley que regulase este nuevo medio hasta el año 2006, lo que significa que durante 7 años las compañías de cable fueron libres de transmitir el contenido que les pareciese más conveniente. A su vez, la BBS, el intento del gobierno de mantener un canal de cultura butanesa, durante varios años no poseyó los fondos ni la experiencia como para competir con el material extranjero y, por lo tanto, sus ratings eran muy bajos.

Actualmente se presenta otro problema más que es el del desempleo, el cual está creciendo, especialmente entre los menores de 24 años entre los cuales, en el 2007, se encontraba en el 5,5%. Esto se debe en gran medida a que estas nuevas generaciones han crecido junto a la televisión la cual, si bien ha traído nuevos conflictos, también es cierto que ha abierto un nuevo mundo al pueblo butanés y un sin fin de nuevos descubrimientos. Entre 1992 y 2007, la tasa de alfabetización pasó de un 20% a un 60%, lo cual genera otro tipo de expectativas en la población que ya no se contentan con el simple cultivo de los campos que antes se acostumbraba. Esto se incrementa aún más si se tiene en cuenta que una gran parte de los estudiantes que tienen la posibilidad de ir a universidades lo hacen en el extranjero, debido a la escasa cantidad de ellas en el propio Bután.

En definitiva el producto de este choque de culturas es un pueblo que debió avanzar en el tiempo demasiados años drásticamente y quizás no supo adaptarse al cambio que generó la cultura materialista occidental en aquel mundo espiritual, ese Shangri-La que describía James Hilton y esas personas que “se quedarían con sus libros y su música y sus meditaciones, conservando las frágiles elegancias de un tiempo que muere”.

Todo el peso de la cultura occidental cayó sobre Bután. La llegada sin anestesia de la televisión a un pequeño país que la desconocía. Las consecuencias de este fenómeno irrepetible.

Bután sufre la occidentalización voraginosa de su cultura.

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sábado, 13 de febrero de 2010

OTRA AGRICULTURA Haití pide apoyo para su programa agrícola

Desde la izquierda, el ministro de Agricultura de Haití, Joanas Gue; Cheryl Mills, Consejera y Jefa de Personal de la Secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton; y Jacques Diouf, jefe de la FAO, asistiendo a una reunión de donantes y grupos de ayuda en Roma, sede del Programa Mundial de Alimentos

El ministro haitiano de Agricultura pidió el viernes el apoyo de la comunidad internacional a un plan de 700 millones de dólares (515 millones de euros) para aumentar la producción de alimentos y generar empleo para los miles de haitianos que huyeron de Puerto Príncipe debido a un terremoto. Seguir leyendo el arículo

Joanas Gue propuso el plan, el cual se basa en absorber el flujo masivo de personas desde Puerto Príncipe al campo. El plan habla de generar empleo con gente limpiando carreteras, replantando bosques y construyendo acequias de irrigación.
Los funcionarios quieren evitar poner más presión en la ya frágil industria agrícola del país.

Las Naciones Unidas financiaron la reunión de donantes y grupos de ayuda celebrada en la sede de Roma del Programa Mundial de Alimentos de la ONU. La organización calcula que medio millón de personas, en un país de nueve millones, ha abandonado la capital tras el terremoto del 12 de enero.

Cheryl Mills, asesora de la secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, dijo que la inversión agrícola es clave para enfrentar la pobreza.

"Si podemos poner a gente a que trabaje en agricultura, aumentar sus sueldos, reforzar sus mercados y apoyarles a que cultiven y compren alimentos nutritivos, no sólo permitiremos esta estrategia de descentralización, sino que proveeremos incentivos reales para que los haitianos vivan y trabajen en zonas del país, como el norte y oeste, que son menos vulnerables a los desastres naturales", dijo Mills.

En la reunión Gue quiere obtener apoyo para las necesidades a largo plazo que se tengan en la producción de alimentos del país. En las negociaciones también participaron funcionarios de organizaciones bancarias internacionales.
Mientras que trabajadores de ayuda de gobiernos extranjeros y organizaciones privadas se apresuran a alimentar a los sobrevivientes del desastre y a los que se han quedado sin casa tras el terremoto, Haití se preocupa sobre cómo alimentará a su gente a corto y mediano plazo.

La mala nutrición ya era un problema común en Haití incluso antes del terremoto. Tres cuartos de los haitianos vivían con dos dólares al día.

Además, la temporada de lluvias llegará pronto a Haití, lo que obliga a acelerar los programas agrícolas.

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