Las matemáticas que utiliza la Encuesta de Población Activa (EPA) dicen que el desempleo disminuyó en el tercer trimestre en 14.100 personas, hasta un total de 4.123.000 desempleados. Un buen dato que los expertos se apresuraron a aclarar, llamando la atención sobre el otro lado de la ecuación: se sigue destruyendo empleo pero, debido al desánimo que provoca llevar demasiados meses en el paro, el número de personas que busca trabajo ha empezado a caer en picado y eso la encuesta lo traduce en un número menor de desempleados.
Hay que interpretar la encuesta "con mucha cautela", explicó el director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos, Gregorio Izquierdo. Por un lado, "la destrucción de empleo tiene un componente estacional muy fuerte", lo que provoca una importante distorsión en el "tercer trimestre provocada por el sector servicios. Si se descuenta la estacionalidad, el nivel de destrucción de empleo no ha variado". Por otro lado, "aunque en apariencia se ha contenido la tasa de paro sobre población activa, puede deberse al efecto desánimo". El abandono de la búsqueda de trabajo influye en la EPA, que "no registra a esas personas como parados, aunque económicamente lo son". El pronóstico de Izquierdo es que "la tasa de paro seguirá al alza cuando el efecto estacional se haya perdido".
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